Entre la segunda quincena de enero y la primera semana de febrero de 2023 los medios de comunicación informaban “Suprema cambia reglas del juego al despido por necesidades de la empresa”, “supremazo: causal necesidades de la empresa”, respecto a una sentencia del máximo tribunal, del pasado 17 de enero de 2023. (ROL 87.286-2021) Sobre el particular la excelentísima Corte Suprema no innovó como planteaban los medios, sino que ratificó un criterio que si bien estaba asentado ya en la jurisprudencia, lo había hecho de manera débil y tímida. El criterio que precisó la Corte suprema era que la causal de término de necesidades de la empresa, exige la concurrencia de aspectos técnicos o económicos y, que en consecuencia, debiendo ser una causal objetiva, no puede fundarse en la simple voluntad del empleador. Aclara y precisa que la causal de necesidades de la empresa se justificará siempre en situaciones graves que den cuenta de la decisión forzada del empleador de dar término a una relación laboral en el contexto de:

1. Aspectos técnicos: procesos de modernización o racionalización en el funcionamiento de la empresa o;
2. Aspectos económicos: circunstancias financieras adversas, baja de productividad o cambios acreditables en las condiciones del mercado.

No bastando, en definitiva, la simple decisión patronal para justificar la desvinculación. La precisión es del todo relevante pues bajo esta ratificación de criterio, no basta la decisión de un cambio en el modelo de negocio de una empresa, o la eliminación de un cargo lisa y llanamente, sino que dicho cambio debe fundarse objetiva y gravemente en aspectos técnicos o económicos, sin que exista una alternativa menos gravosa al despido respectivo. Por lo anterior, la asesoría al momento de la toma decisión sobre el término del contrato se torna trascendental para no traspasar los derechos del trabajador y no exponerse reducir la exposición a sanciones por despido injustificado.