¿Qué es el programa de integridad y cumplimiento?
El Programa de Integridad y Cumplimiento es un conjunto de políticas, procedimientos y controles internos diseñados para prevenir, detectar y abordar posibles actos de corrupción, conflictos de interés, soborno y otras conductas indebidas en las organizaciones. Su implementación ayuda a fomentar una cultura organizacional basada en la ética, la legalidad y la rendición de cuentas.
Este programa no solo es recomendable, sino que en ciertos casos es obligatorio, especialmente para aquellas empresas que desean participar en procesos de licitación o contratación pública en el país.
En los últimos años, la transparencia, la ética y la responsabilidad se han transformado en pilares fundamentales para el funcionamiento del Estado y las empresas que interactúan con él. En este contexto, surge el Programa de Integridad y Cumplimiento, una herramienta esencial que busca prevenir malas prácticas y asegurar el correcto actuar tanto del sector público como del privado.
Aunque pueden variar según la naturaleza de la organización, en términos generales un Programa de Integridad y Cumplimiento debe incluir:
· Código de ética o conducta: Documento que establece los principios y valores que deben regir el actuar de todos los colaboradores.
· Identificación y evaluación de riesgos: Análisis de las áreas donde existe mayor exposición a conductas indebidas.
· Canales de denuncia y protección al denunciante: Mecanismos confidenciales y seguros para reportar irregularidades.
· Capacitación periódica: Formación continua a trabajadores y directivos sobre ética, cumplimiento y prevención de delitos.
· Monitoreo y mejora continua: Evaluaciones periódicas para asegurar que el programa sea efectivo y se mantenga actualizado.
· Responsable de cumplimiento: Designación de una persona o unidad encargada de implementar y supervisar el programa.
El programa no solo cumple una función preventiva, sino que también es una señal de compromiso con la integridad y la buena gobernanza. Entre sus beneficios destacan:
· Reducción de riesgos legales y reputacionales.
· Mayor confianza de clientes, proveedores y socios.
· Mejores oportunidades en licitaciones públicas.
· Alineación con estándares internacionales de buenas prácticas.
En Chile, el Mercado Público es la plataforma oficial para las compras y contrataciones del Estado. En este contexto, el Programa de Integridad y Cumplimiento juega un rol crucial. Desde el 2023, la Ley de Compras Públicas y sus reglamentos han comenzado a exigir a ciertos proveedores que acrediten contar con un programa de integridad para participar en procesos licitatorios, especialmente en contratos de alto monto.
Contar con un Programa de Integridad y Cumplimiento no es solo una exigencia legal o un requisito administrativo, también es una muestra de madurez organizacional y compromiso con una cultura de valores.
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