¿Qué significa que un terreno se encuentre Congelado? Implicancias para la construcción y la actividad productiva

 

En el ámbito de la planificación urbana, las autoridades actualizan los términos y la “forma de hacer ciudad” cada cierto tiempo, por lo que existe una gran posibilidad que el uso de suelo con que iniciaste tu negocio cambie y deje de ajustarse al Plan Regulador Comunal vigente, cuestión que nuestra legislación previó, y es conocida bajo la figura «congelamiento«. Pero ¿Qué significa esto en la práctica? En términos prácticos, cuando un terreno está congelado, además de significar lo ya dicho, implica que no se permitirá aumentar el volumen de construcción para el uso de suelo asignado previamente. Sin embargo, existen excepciones importantes que permiten realizar ciertos trabajos de mejora.

 

¿Qué sucede si el uso de suelo cambia?

 

Con el paso del tiempo, los planes reguladores pueden modificarse, lo que podría hacer que una actividad que antes estaba permitida en un terreno deje de estarlo, lisa y llanamente, porque el uso de suelo o zonificación ya no es el mismo con el que se obtuvo la autorización. Para estos casos, la ley contempla la figura del «congelamiento». Esto significa que, aunque puedas continuar operando en el lugar bajo las condiciones originales, no se te permitirá ampliar la construcción o aumentar la actividad comercial. El congelamiento garantiza que las actividades ya autorizadas puedan seguir funcionando, pero con limitaciones para evitar mayores desarrollos en áreas que ya no son compatibles con el nuevo plan regulador.

 

¿Qué obras se pueden realizar en terrenos congelados?

 

A pesar del congelamiento, no todo está prohibido o, más bien, congelado. Existen determinadas situaciones en las que se pueden realizar ampliaciones en la construcción. Por ejemplo, si una empresa busca mitigar los impactos ambientales de su actividad productiva, esas mejoras no están sujetas al congelamiento. También se permiten obras destinadas a mejorar la arquitectura, las

estructuras o la estética de un edificio. Estas excepciones permiten que, sin modificar el uso de suelo, se puedan realizar mejoras que beneficien tanto al entorno como a la calidad de vida de la comunidad.

 

Industrias mal ubicadas: Un llamado al traslado

 

Otro caso importante es el de las industrias mal ubicadas, que causan molestias o daños a la comunidad colindante. En estos casos, la municipalidad puede exigir su traslado a un lugar más adecuado, basándose en informes del Departamento de Higiene Ambiental y del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

 

Conclusión

 

El congelamiento de terrenos es una herramienta clave en la planificación urbana, diseñada para controlar el desarrollo y proteger a las comunidades. No obstante, las excepciones para mejoras ambientales y arquitectónicas ofrecen la flexibilidad necesaria para seguir avanzando en proyectos que mejoren la calidad de vida y la forma de hacer ciudad. Ya sea que te enfrentes a un cambio en el uso de suelo o que busques realizar mejoras en un terreno congelado, es fundamental conocer las normativas y actuar conforme a ellas para evitar sanciones y asegurar el éxito de tu actividad.

 

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